TEMA 9 - OLFATO


  • TEMA 9.1 – QUÍMICA DE LOS OLORES

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un sentido químico, en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfativo ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo. La nariz distingue entre más de 10.000 aromas diferentes. El olfato es el sentido más fuerte al nacer. Así reconoce un bebé a su madre.


Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles trasportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera pequeñas moléculas que percibimos al inspirar. Estas moléculas alcanzan la mucosa olfativa, que consta de tres tipos característicos de células: las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales, que se dividen aproximadamente una vez al mes y reemplazan a las células olfativas moribundas. Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios). El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras; los cilios transforman las señales químicas de los distintos aromas en respuestas eléctricas.

El sentido del olfato forma parte de nuestro sistema sensorial químico, o los quimiosensores. Las células sensoriales en nuestra nariz, boca y garganta tienen la función de ayudarnos a interpretar los olores, así como los sabores. Las moléculas microscópicas que se liberan a nuestro alrededor (por los alimentos, las flores, etc.) son las que van a estimular estas células sensoriales. Una vez que las células detectan las moléculas envían un mensaje a nuestro cerebro, donde el olor es identificado.


Las células olfativas o células nerviosas del olfato, son estimuladas por los olores que están a nuestro alrededor. Estas células nerviosas se encuentran en la parte superior del interior de la nariz y se conectan directamente al cerebro. Nuestro sentido del olfato es también influido por algo llamado el sentido químico común. Este sentido incluye las terminaciones nerviosas en nuestros ojos, nariz, boca y garganta, especialmente en las superficies húmedas. Más allá del olfato y el gusto, estas terminaciones nerviosas nos ayudan a sentir otras sensaciones que son estimuladas por diferentes sustancias.

Es una sorpresa para muchas personas saber que los sabores se reconocen principalmente a través del sentido del olfato. Junto con la textura, la temperatura, y las sensaciones que son recibidas por el sentido químico común, la percepción del sabor es una combinación de los olores y sabores. Sin las células olfativas, los sabores familiares como el café o las naranjas serían más difíciles de distinguir.

Las personas con trastornos del olfato pueden sufrir: una pérdida en su capacidad de oler o cambios en la percepción de los olores. En cuanto a la pérdida del sentido del olfato, algunas personas tienen hiposmia, que es cuando se reduce su capacidad de detectar olor. Otras personas directamente no pueden detectar los olores en absoluto, lo que se llama anosmia. En cuanto a los cambios en la percepción de los olores, algunas personas notan que los olores familiares se distorsionan, o que un olor que por lo general es agradable, huele mal. Incluso, otras personas pueden percibir un olor que no está presente en absoluto.
  • TEMA 9.2 – TRANSDUCCIÓN OLFATIVA

La transducción olfatoria depende de la activación de receptores específicos ligados a la proteína G. Para excitar un receptor olfatorio, es preciso que una sustancia sea volátil y capaz de disolverse en la capa de moco que recubre el epitelio olfatorio. Las moléculas receptoras del olfato se localizan en los cilios de las células olfatorias; existen más de 1,000 proteínas de unión a las diferentes fragancias. Cada proteína receptora olfatoria esta acoplada a una proteína G que activa la adenil ciclasa. Por consiguiente, cuando una molécula odorivectora se une a una molécula receptora apropiada, aumenta la concentración intracelular de AMP cíclico en las células receptoras. Este aumento de AMP cíclico abre un canal selectivo de cationes, lo que da lugar a la despolarización del receptor olfatorio. Si la despolarización alcanza el umbral para la generación de un potencial de acción, éste se propagara hasta el bulbo olfatorio.



Las células receptoras olfatorias individuales responden a más de una sustancia olorosa, a pesar de que cada célula suele ser excitada de forma óptima por un determinado olor. Por consiguiente, es probable que la información olfatoria esté codificada en el patrón de la información entrante que el cerebro aprende a interpretar.
En los cilios comienza la transducción.


Las moléculas olorosas se acoplan a las proteínas receptoras.



*Receptores olfativos:



– Aproximadamente 1000 proteínas diferentes

– Cada neurona olfativa sólo genera una proteína

– Distribución "aleatoria" en el epitelio olfativo


– Mismos tipos de neuronas olfativas se conectan en el mismo glomérulo


– Misma disposición entre distintos sujetos


– Podemos detectar 100000 olores

Los principios comunes de Transducción sensorial ocurren en neuronas especializadas ó células epiteliales especializadas inervadas por neuronas.

a) Transducción = conversión de un estímulo en un cambio del potencial de membrana.

b) Amplificación de la señal, con bajo nivel de ruido.


c) Adaptación a fuertes, prolongados o repetidos estímulos.


d) Integración de señales.

*Conexiones centrales del Sistema olfatorio

A través de un nervio olfatorio corto las células olfatorias bipolares del epitelio olfatorio mandan sus axones atravesando la lámina cribosa hasta los bulbos olfatorios. Los bulbos olfatorios, que se caracterizan por una organización compleja, se proyectan hasta la corteza olfatoria del mismo lado a través del tracto olfatorio, y hasta la corteza olfatoria contra lateral a través de la comisura anterior. Las fibras del tracto olfatorio lateral también se proyectan hasta el hipotálamo, donde desempeñan un importante papel en el desencadenamiento de la conducta sexual en animales, aunque probablemente no en el ser humano. Las proyecciones olfatorias alcanzan en el hipocampo, la amígdala y otras estructuras del sistema límbico. La información olfatoria alcanza al lóbulo frontal a través del tálamo.

El sentido del olfato, al igual que el sentido del gusto, es un sentido químico. Se denominan sentidos químicos porque detectan compuestos químicos en el ambiente, con la diferencia de que el sentido del olfato funciona a distancias mucho más largas que el sentido del gusto. El proceso del olfato sigue más o menos estos pasos:

1.Las moléculas del olor en forma de vapor (compuestos químicos) que están flotando en el aire llegan a las fosas nasales y se disuelven en las mucosidades (que se ubican en la parte superior de cada fosa nasal).
2. Debajo de las mucosidades, en el epitelio olfatorio, las células receptoras especializadas, también llamadas neuronas receptoras del olfato, detectan los olores. Estas neuronas son capaces de detectar miles de olores diferentes.
3. Las neuronas receptoras del olfato transmiten la información a los bulbos olfatorios, que se encuentran en la parte de atrás de la nariz.
4. Los bulbos olfatorios tienen receptores sensoriales que en realidad son parte del cerebro que envían mensajes directamente a:


los centros más primitivos del cerebro donde se estimulan las emociones y memorias (estructuras del sistema límbico) y
centros "avanzados" donde se modifican los pensamientos consientes (neocorteza).

5. Estos centros cerebrales perciben olores y tienen acceso a recuerdos que nos traen a la memoria personas, lugares o situaciones relacionadas con estas sensaciones olfativas.

REFERENCIAS

http://www.monografias.com/trabajos12/orsen/orsen.shtml

http://www.nidcd.nih.gov/health/spanish/smell_span.asp


http://www.tsbvi.edu/Outreach/seehear/summer05/smell-span.htm

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